Para construir el mismo se aprovecharon en parte los materiales de construcciones anteriores que abundaban en aquel sector.
En torno a la ciudad existía otro recinto murado en forma de barca que se adaptaba al relieve del cerro y cubría un amplio perímetro.
Este recinto no estaba regularmente torreado, y en algunos sectores el terreno extramuros era tan empinado que no necesitaba más que un simple parapeto de defensa.
Es posible que esta muralla fuese la antigua de la ciudad y que los almohades se limitasen a dotarla de puertas bien defendidas y algún otro reparo.
Los almohades emprendieron a finales del siglo XII la fortificación de la ciudad.