La red de a pie es un tipo de red de pesca cuya invención tuvo por objeto pescar en las orillas del mar sin embarcación, usándola dos o más pescadores, a cuyo efecto se meten en el agua hasta el pecho para tirar de ella y rastrear o barrer las playas arenosas que lo permiten.
Se observan, sin embargo, notables diferencias según los países y además en algunos, suele variar mucho el modo de pescar.
En Sanlúcar, se ha dado a la red de a pie el nombre de trasmallo, que allí consta de 30-35 brazas, sin entretela o paños dobles, sin copo y que se pesca con ella según el verdadero sentido de red de a pie para coger camarones en la embocadura del Guadalquivir, cebo que aquellos pescadores prefieren a todo otro para el palangre y la ballestilla, aunque en el verano usan de la jibia.
Hay además otras redes de a pie llamadas Cintetas, que se calan desde tierra dando de tres a cuatro cuerdas según los parajes.
De este penoso modo de pescar, como manifiestan las aptitudes de los dos pescadores, los cuales con agua hasta el pecho y mediante un esfuerzo bastante violento arrastran la red que va barriendo el fondo de la playa hasta que se cansan o el terreno se lo permite, en cuyo caso juntándose y saliendo a la orilla, la sacan a tierra para coger los peces que en sus repetidos lances llegan a abarcar; de este ejercicio, procedió la denominación de red de a pie.