En español, en la frase los árboles verdes, por ejemplo, el artículo 'los', el sustantivo 'árboles' y el adjetivo 'verdes' están declinados para mostrar que la oración es plural.
La gramática generativa utiliza esta redundancia para simplificar la forma de la descripción gramatical.
Las redundancias en el lenguaje a menudo no son intencionadas, pero las frases redundantes también se pueden utilizar deliberadamente para dar énfasis y para reducir la posibilidad de que una frase sea malinterpretada.
En retórica, el término «redundancia» tiende a tener una connotación negativa y puede percibirse como inadecuado debido al uso de palabras duplicativas o innecesarias (y algunas personas expanden la definición para incluir el uso de palabras autocontradictorias, similar a la doble negación).
Sin embargo, sigue siendo una forma lingüísticamente válida de poner énfasis en alguna idea expresada.
La redundancia suele adoptar forma de tautología: frases que repiten un significado con palabras diferentes, aunque semánticamente similares.
Ejemplos comunes son: «variedad de diferentes artículos», «bono añadido», «sobrexagerar», «y etc.», «resultado final», «regalo gratuito», «planes de futuro», «rumor sin confirmar», «matar o asesinar a alguien hasta la muerte», «historia pasada», «refugio seguro», «peligro potencial», «completamente rodeado», «falsa pretensión» y muchos otros.
Puede agregar énfasis a lo que se está tratando de decir y reforzar un argumento.