En dicho acto, los votantes tuvieron la opción de elegir entre permanecer con su actual estatus con Francia o convertirse en un país independiente.
Se trata del tercer referéndum de autodeterminación celebrado en Nueva Caledonia, siendo las otras convocatorias en 1987 y 2018.
Nueva Caledonia fue convertida en posesión francesa en 1853, bajo el gobierno de Napoleón III que buscaba expandir su influencia en el Pacífico y fundar una colonia penal.
En aquella ocasión, se rechazó la independencia con un 56,4% de los electores que votaron la permanencia en Francia.
También se hizo patente la importante polarización entre las dos principales comunidades del archipiélagos: los canacos, habitantes autóctonos de Nueva Caledonia, y los europeos.