Una persona adulta también produce micromovimientos para mantener la posición de cabeza erguida, porque es imposible coordinar el equilibrio vertical mecánicamente sin movimientos.
Los sistemas sensoriales codifican cuatro aspectos de un estímulo: el tipo, la intensidad, la localización y la duración.
El neurofisiólogo ruso Nikolai Bernstein dedicó la mayor parte de su vida a la fisiología del movimiento.
Esta es la principal diferencia fisiológica entre la coordinación vertical de la cabeza y cualquier otro proceso sensorial que actúa en ocasiones.
A nivel sensorial, esto significa, que las señales enviadas desde los receptores vestibulares al sistema nervioso autónomo, al cerebro y a los músculos, se producen con diferentes frecuencias de retardo, según el estado biomecánico de la persona.