Las regrabaciones a menudo se producen décadas después del lanzamiento de las grabaciones originales, generalmente bajo términos contractuales más favorables para los artistas.
[2] Algunos artistas, como Def Leppard y Taylor Swift, regrabaron su música debido a disputas con sus discográficas; las regrabaciones de Swift se han convertido en grandes éxitos, tanto a nivel crítico como comercial.
[5] Este nuevo modelo se percibe como más justo para los artistas, especialmente en términos financieros.
[6] Swift firmó con su primera discográfica, Big Machine Records, en 2005, cuando aún no se le consideraba adulta, y lanzó seis álbumes bajo ese contrato.
[6] Big Machine Records se vendió un año después, y las grabaciones maestras de Swift para sus primeros seis álbumes se incluyeron en la venta, lo que llevó a Swift a regrabar esos álbumes.
[7] Esto no funcionó, pero en 2014 la discográfica le devolvió a Prince sus grabaciones maestras después de que él realizara una campaña pública avergonzándolos.