El carácter de estas relaciones nunca ha sido es interestatal, pues los dos no se reconocen mutuamente.
Aunque sí ha habido cooperación a nivel diplomático, ministerial, militar y en materias de medioambiente, recursos y seguridad, sobre todo en los años posteriores a los acuerdos firmados entre ambos lados.
Israel tiene control militar sobre una gran parte incluso del territorio donde la Autoridad Nacional Palestina ejerce oficialmente el poder.
El Estado de Palestina no se ha formado un sistema económico completamente independiente de Israel; casi no recibe inversión extranjera directa en el estado parcialmente reconocido.
[1] Hay planes para crear una zona industrial conjunta, los palestinos producirán artesanías y las venderán a través del Consejo Regional de Gilboa a otras regiones del mundo.
[3] El gobierno israelí está haciendo esfuerzos para desarrollar la economía palestina, y también prometió proporcionar a los inversores palestinos un seguro contra riesgos y la posibilidad de visitar libremente el país.
El representante del Banco Mundial en Cisjordania y la Franja de Gaza, Steen Lau Jorgensen, dijo que los líderes del estado palestino y el Gobierno de Israel deberían tomar medidas decisivas para crear un clima económico favorable en estos territorios.
[9] En 2006, los israelíes consumieron 170 metros cúbicos de agua dulce per cápita.
Desde 1967, el consumo promedio de agua dulce en el Medio Oriente sigue disminuyendo debido a los efectos del cambio climático.
La brecha en el consumo de agua dulce entre israelíes y palestinos se ha ampliado significativamente en los últimos diez años.
La mayor parte del agua suministrada se utiliza para el sector agrícola de Cisjordania.