Originalmente estaban pintados en color, de lo que solamente quedan rastros en ocasiones.
Hoy en día se encuentran ejemplos en casi todos los grandes museos de arte romano del mundo.
Su influencia y reputación contemporánea en la arqueología fue tan grande que fue nombrado miembro honorario del Instituto di corrispondenza archeologica.
Posteriormente, Campana fue condenado a prisión por malversación de fondos: en 1858 perdió su condición de miembro honorario del Istituto di corrispondenza archeologica y su colección fue empeñada y vendida.
Se consideraban artesanías, por tanto intrínsecamente inferiores, y no arte, como las esculturas de mármol.
Typologische und Stilkritische Untersuchungen («Relieves de campanas: investigaciones tipológicas y estilísticas») dio a conocer estos hallazgos arqueológicos.
En 1999 Marion Rauch elaboró un estudio iconográfico Bacchische Themen und Nilbilder auf Campanareliefs («Temas báquicos e imágenes del Nilo en los relieves de Campana»)[3] y en 2006 Kristine Bøggild Johannsen describió los contextos de uso de las losas en las villas romanas basándose en recientes hallazgos arqueológicos.
Estos aditivos pueden reconocerse como pequeñas motas rojas, marrones o negras, especialmente notables cuando se utiliza ladrillo triturado.
[6] Las losas no se hacían individualmente como obras únicas, sino en serie.
Por lo general, los relieves recibían un revestimiento que servía de superficie para la pintura.
El color de la piel humana solía ser algo entre el rojo oscuro y el rosa intenso.
Fuera del Lacio, los relieves se encuentran sobre todo en Campania y en la antigua esfera etrusca.
No se han encontrado piezas en las zonas griegas del sur de Italia ni en Sicilia.
[12] Los primeros relieves Campana se realizaron a mediados del siglo I a. C., durante el período final de la República Romana, y fueron más frecuentes en el primer cuarto del siglo I d. C. En esta época, los relieves conocieron no solamente su mayor extensión, sino también su mayor variedad de motivos.
La investigación iconográfica no es útil para este propósito porque los motivos provienen de un repertorio tradicional, que se utilizó en gran medida sin variación durante un largo período de tiempo.
Sin embargo, los motivos de la vida cotidiana son más útiles, ya que algunos de ellos representan obras de construcción fechables, como el Templo Capitolino, construido en el año 82 d. C. y representado en un relieve del Museo del Louvre,[13] lo que proporciona un terminus ante quem para este relieve.
En el caso del motivo que representa a los coribantes realizando una danza de las armas en torno al niño Zeus, los moldes pueden rastrearse durante un periodo de 170 años.
[15] Los relieves Campana pueden ordenarse según cinco criterios: cronología, geografía, iconografía, forma y uso.
En su producción y presentación, los relieves de mármol eran obras únicas, mientras que los relieves Campana se hacían en serie y, una vez colocados en un friso unido, no funcionaban como una obra única.