La religión en Palmira se refiere a la religión que se practicaba en la antigua ciudad caravanera y comercial de Palmira, también denominada Tadmor, situada en un oasis en la zona septentrional del desierto sirio, hoy en la moderna Siria.
[2] Esto no indicaba la sustitución del Bol semítico noroccidental por una deidad mesopotámica, sino que fue un mero cambio de nombre.
[6][7] Las deidades adoradas en el campo se representaban como jinetes sobre camellos o caballos y llevaban nombres árabes.
Se creía que los ginnaye tenían la apariencia y el comportamiento de los humanos, similar a los genios árabes (yinn).
[4][14] Aunque los palmiranos adoraban a sus deidades como propios, algunos estaban asociados con otros dioses.
El templo, consagrado al dios semita Bel (adorado en Palmira junto al dios lunar Aglibol y al dios solar Yarhibol) conformaba el centro de la vida religiosa en Palmira y fue erigido en el año 32 d. C. Aedeen Cremin consideraba que estas ruinas eran las que estaban mejor conservadas de Palmira.
[25] En 274, después de su victoria sobre Palmira, Aureliano dedicó un gran templo a Sol Invictus en Roma.
[31] Richard Stoneman sugirió otro enfoque en el que Aureliano simplemente tomó prestadas las imágenes de Malakbel para realzar su propia deidad solar.