[1] Segundo Remigio siguió la carrera de armas, continuando así la tradición paterna.
Era muy querido por la tropa y gozaba también de la simpatía del pueblo trujillano, pues había apaciguado el ambiente de represión que existía en la ciudad desde la época sanchecerrista.
Como continuó resistiendo, recibió más disparos, quedando herido de gravedad, para luego fallecer.
Así fue como se logró capturar a uno de los cómplices, que bajo tortura delató al resto.
[7] Se acusó al dirigente aprista Alfredo Tello Salavarría de ser el autor intelectual del crimen.
[2] Por su parte, Haya de la Torre, el líder aprista, dudaba de esta versión oficial de los hechos y creía que los verdaderos autores del crimen eran los enemigos del Apra, quienes creyeron que el comandante conspiraba con el partido aprista para derrocar al presidente Benavides y convocar a elecciones libres.