Su elevado precio y su peculiar diseño impidieron que fuera un modelo exitoso, vendiéndose en los dos años de producción únicamente 8.557 unidades.
La fuerte demanda que se esperaba en beneficio del nuevo modelo, para una fábrica más moderna para la producción, resultó ser muy escasa.
Aunque este vehículo era conocido por su comodidad y sus numerosas innovaciones como la articulación de la puerta, una "doble cinemática", el Avantime fue un fracaso comercial.
Además, del Avantime también fueron importantes las limitaciones del diseño y en la técnica (carrocería pesada sin pilar central, y la complejidad de la cinemática de las puertas).
El Avantime, cuyo lanzamiento se retrasó, fue producido en la misma época que el Renault Vel Satis (otro modelo de gama alta que no se vendió muy bien), causando confusión en la mente del público.