Tras ese recorrido histórico, la encíclica desarrolla directamente el tema sobre el que desea llamar la atención: el interés que tiene la promoción de los estudios orientales para la unidad de la Iglesia.
Así tras exponer los avances en este terreno de la mano de Gregorio XVI, Pío IX, León XIII y Pio X; deteniéndose especialmente en la labor llevada a cabo por Benedicto XV, quien Se refiere después el papa Pío XI, al encargo que ha realizado al prepósito de la Compañía de Jesús para que, manteniendo el papa la dirección suprema del Instituto Oriental, proporcione la persona que deben encargarse de dirigirla directamente, así como de los profesores necesarios.
Tras repasar los frutos que, cuando han transcurrido solo seis años desde que se tomaron estas medidas, ha producido el Instituto en cuanto a publicaciones y alumnos que han salido de sus aulas, , el papa alienta a todos los obispos y superiores de las órdenes religiosas, para que continúen enviando al Instituto algunos sacerdotes, que puedan formarse en estas cuestiones orientales, estando así preparados para, en los casos que sean oportunos, ser enviados a desarrollar su labor en aquellas tierras.
Estas mismas circunstancias le lleva a exhortar a los obispos para que se prepare Explica después cómo, gracias a algunos generosos donativos, ha podido proporcional al Instituto una nueva sede, junto a la Basílica de Santa María la Mayor, en Roma, así como dotarle, mediante otro donativo, de una biblioteca, un instrumento utilísimo para el conocimiento de las cuestiones orientales, pues en ella además de libros se conservarán códices y otros documentos y objetos artísticos procedentes de Oriente.
Considera el papa que de toda esta labor se podrá seguir que Termina el papa la encíclica manifestando su esperanza que, con el auxilio divino, todo esto ayude a que tantas personas alejadas de la Iglesia Romana, pero que conservan religiosamente gran parte de la Revelación divina -amor y reverencia a Jesucristo, singular devoción a su Madre purísima, uso de los mismos sacramentos- vuelvan al redil del único Pastor.