La reserva dinámica, en el contexto de la teoría del Balance Energético Dinámico, se refiere al conjunto de metabolitos (principalmente polímeros y lípidos) que un organismo puede usar para fines metabólicos.
La reserva difiere de la estructura en primer lugar por su dinámica.
La reserva tiene una rotación implícita, porque se sintetiza a partir de los alimentos (u otros sustratos en el medio ambiente) y se utiliza mediante procesos metabólicos que ocurren en las células.
Un huevo recién puesto consiste casi exclusivamente en reserva, y apenas respira.
El último requisito se llama suposición de homeostasis fuerte.