El conjunto formado por el cono volcánico reciente y las extensas zonas y playas arenosas, llamadas médanos, que se extienden por la zona, tiene un importante valor paisajístico.
Entre las especies de la zona destacan el balancón (Traganum moquinii), especie frecuente que se instala encima de las dunas costeras, las lechetreznas (Euphorbia paralias), que son tabaibas de pequeño tamaño, las meleras (Ononis tournefortii), los treintanudos (Polygonium balansae), etc. Entre la vegetación del tabaibal se encuentra la tabaiba dulce (Euphorbia balsamifera), los cardoncillos (Ceropegia fusca) y algunos cardones (Euphorbia canariensis).
La franja costera, dominada por playas, bajíos y lagunas supralitorales son lugares importantes para la invernada y migración de aves limícolas, como correlimos (Calidris alpina), chorlitejos (Charadrius alexandrinus), agujas (Limosa lapponica), zarapitos (Numenius phaeopus) y archibebes (Tringa totanus).
También se observan diversas especies de gaviotas (Larus), charranes (Sterna) y garcetas (Egretta garzetta).
El interior alberga una interesante avifauna propia de lugares áridos, siendo frecuentes el bisbita caminero (Anthus berthelotii), curruca tomillera (Sylvia conspicillata) y más escasas las poblaciones de alcaudón real (Lanius meridionalis), abubilla (Upupa epops), camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus) y terrera marismeña (Calandrella rufescens).