La Residencia de la Princesa Ljubica se encuentra en Belgrado, en la calle Sime Markovica 8.
Hasta el año 1829, ese palacio sirvió como vivienda, pero, teniendo en cuenta su antigüedad y el grado de deterioro, el príncipe Miloš decidió construir otra residencia.
La nueva residencia, llamada así durante su construcción, era más grande y más distinguida que la residencia señorial porque debía representar el creciente poderío económico de Miloš Obrenović, tras haber conseguido el Hatiserif (Edicto del Sultán) en 1830.
El príncipe Miloš decidió encargar las obras al constructor de Voden, Hadži Nikola Živković, porque en aquella época en Belgrado no había constructores ya que no se había edificado nada durante años.
Posteriormente, en 1836, se añadió un baño turco (hamam) así como un ala de una planta.
La fachada principal, en la que destaca el mirador de divanhana (salón para fumar y charlar), da al río Sava.
El divanhana en la planta baja está separado del resto por dos escalones y bordeado con pilares de madera parapetados.
Por ambos lados está rodeado por los tabiques mientras que solo dos pilares están orientados al espacio central.
(…) Aunque no sea el más grande, por su forma es el edificio más bello que he visto en Serbia.” La nueva residencia, ya por el uso que se le adjudicó, se diferenciaba de casas residenciales comunes y “cuenta con algunos aspectos que la (…) igualan a los palacios fortificados de los grandes bajás y ricos beyes.”[2] La princesa Ljubica, aunque una mujer modesta, quería organizar una vida de alto nivel en el palacio.