[2] Apreció el liderazgo del Reino Unido en la ISAF y las contribuciones de muchas naciones a la fuerza.
El Consejo también determinó que la situación en Afganistán constituía una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y exigió a la ISAF que cumpliera su mandato .
Actuando en virtud del Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, el Consejo prorrogó la autorización para la ISAF en la capital, Kabul, y sus alrededores por seis meses más, hasta el 20 de diciembre de 2002, y para que todas las naciones participantes en la ISAF utilicen todas las medidas necesarias para cumplir su mandato.
[3] Se pidió a los Estados que proporcionaran personal, equipo y otros recursos a la ISAF y al fondo fiduciario voluntario.
[4] Por último, se exigió a los dirigentes de la ISAF que presentaran informes mensuales sobre la ejecución de su mandato.