Retablo de Weimar

La pintura del retablo de tres paneles fue iniciada por Lucas Cranach el Viejo y, tras la muerte de su padre, la tarea la terminó su hijo Lucas Cranach el Joven en 1555.

En la zona del presbiterio se encuentra también la lápida original de Lucas Cranach el Viejo, que ahora descansa en la Jacobsfriedhof.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el retablo se guardó en otro lugar y, por tanto, sobrevivió a los ataques aéreos de 1945.

El retablo por tanto está centrado en Cristo y compositivamente en el Cristo crucificado con Juan el Bautista a la derecha apuntando arriba a Jesús y el dedo índice de su otra mano abajo hacia el Agnus Dei a los pies de la cruz, mientras que los propios Lucas Cranach el Viejo y Martín Lutero están de pie delante del Bautista.

El retablo también sirve como monumento funerario a Juan Federico I, su esposa Sibila de Cléveris y sus descendientes que fueron enterrados bajo la bóveda frente al altar, con sus nombres dorados grabados en la predela en forma de epitafio y sus figuras orantes arrodilladas tras reclinatorios forrados y blasonados representadas en la parte interior de los paneles exteriores del tríptico.

Escena del panel central del tríptico.