El volumen era el IV de las obras completas (Opera omnia) editadas por el propio autor.
En 1927 El embrujado volvió a editarse en el Retablo... esta vez acompañado de las otras cinco piezas cortas.
En síntesis se podrían encuadrar todas las obras que componen este retablo (conjunto de cuadros pero también teatrillo de títeres) en el género definido por Maeterlinck como tragedia cotidiana, donde las acciones humanas sucumben ante poderosas fuerzas, caracterizadas por la tradición cristiana como pecados.
Ello encajado en un ambiente plagado de superstición que justifica en buena medida lo maravilloso.
Además de sus distintas representaciones individuales, cuatro de las cinco obras (todas excepto El embrujado) se representaron juntas en 1995, bajo dirección de José Luis Gómez, música de Luis Delgado, y con Carmen Machi, Alberto Jiménez, Beatriz Argüello, Pedro Casablanc, Rafael Salama, Pepe Viyuela, Ernesto Arias, Lola Dueñas, Carmen Losa, Ester Bellver, Jorge Padín, Francisco Rivero, Felipe Vélez, Montse Merino y Joaquim Candeias en la interpretación.