Retrato de hombre joven fue pintado por Velázquez en fecha indeterminada que una parte de la crítica sitúa antes del primer viaje a Italia, entre 1623 y 1629, y López-Rey retrasa a 1630-1631.
El lienzo, inacabado, representa a un hombre joven en media figura con traje negro y golilla blanca.
La mano derecha se apoya escorzada en la cintura mientras que la izquierda solo indicada mediante gruesos trazos negros sobre la preparación rojiza parece reposar en el pomo de una espada.
A pesar de haberse dejado solo esbozadas las manos, José López-Rey sostiene que el cuadro podría considerarse acabado según los criterios de Velázquez, quien ocasionalmente dejaba fragmentos inacabados voluntariamente para subrayar la propia esencia del cuadro.
También se hacen perfectamente visibles a la derecha las manchas casuales que se encuentran en algunos otros de sus cuadros, y que parecen restos dejados por Velázquez al limpiar el pincel o probar los colores.