Revueltas gallegas de 1520-1521

Sin embargo, los señores de Galicia continuaron en alerta y en diciembre se reunieron en una asamblea convocada en Mellid para controlar la situación.

De esa reunión surgieron algunas reivindicaciones que el rey Carlos I finalmente no tuvo en cuenta.

[3]​ En Mondoñedo, en cambio, fue el alguacil del obispo quien debió encerrarse en la catedral por miedo a ser víctima de la furia popular.

El 4 de diciembre acordó redactar un manifiesto en el que se comprometían a defender al poder real pero también sus feudos amenazados.

[1]​ Los hostilidad contra la aristocracia feudal del reino era evidente; al conde Fernando Andrade casi le fue tomada por asalto una fortaleza.