Tiene un sabor muy amargo, por lo que no se le considera comestible.
Al tocarlo produce manchas de color grisáceo, sobre todo en la zona más próxima a los bordes.
Las laminillas son grisáceas, decurrentes, estrechas y tupidas.
El pie también es gris, algo más claro en la base, corto y no muy grueso.
Su carne es amarillenta pálida, más oscura en la zona del pie.