Con la intención de hacer pasar esto como un robo, Barreda desacomodó los muebles y tiró papeles.
Al llegar la policía se mostró tranquilo y contó la historia del robo.
[5] Bartolomé Capurro, perito, declaró que Barreda padecía de "psicosis delirante".
[5] Estando en la cárcel comenzó a estudiar Derecho, y formó pareja con una mujer que conoció por carta.
[2] No hubo funeral por la ausencia de gente, siendo su cuerpo trasladado al cementerio de José C. Paz, estando sólo presentes en el entierro un sepulturero y las dos personas que cargaron el sencillo ataúd.
[11] Al promediar la primera década del siglo XXI comenzó a aparecer en Internet la mención a "San Barreda",[12] un hipotético santo protector de los hombres abusados por sus esposas y promotor del feminicidio.
"[13] El "culto a San Barreda" suele presentarse como una combinación de humor misógino.