Ricardo Castro Pinto

En 1950 fue testigo del terremoto que cambiaría para siempre al Cusco y sus habitantes, años en los que se dará espacio para que su trabajo artístico y el de otros cusqueños comience a expandirse y hacerse conocido más allá de la ciudad gracias al espíritu indigenista de la época.

En esta década compondría y ejecutaría la música incidental para la película Kukuli del director cusqueño Eulogio Nishiyama y sería actor en el Inti Raymi como Willaq Uma, llegando incluso a interpretar el papel de Inka en 1959, reemplazando a Faustino Espinoza Navarro.

A la llegada del Papa Juan Pablo II, compone la Misa en Quechua que sería ejecutada por el Coro Polifónico Municipal Cusco bajo la dirección de su hijo Samuel Castro Yrrarazábal en la explanada de Sacsayhuaman (1985).

Toda esta experiencia se encuentra plasmada en sus producciones musicales que incluyen música folklórica, villancicos navideños y canciones religiosas andinas, destacando “Noche Buena Imperial” (Iempsa, Lima 1970) y “Navidad en Cusco” (Arion, París 1998).

Esta trayectoria ya ha sido reconocida en numerosas ocasiones, recibiendo la Medalla del Consejo Provincial del Cusco de manos del entonces alcalde Dr. Daniel Estrada Pérez (1992) y como centro de homenajes a cusqueños ejemplares dentro de los que destacan los realizados por el diario “El Sol” (2003) y la Asociación Educativa “Khipu” (2005) que lo condecoró como “Khipukamayoq”.