Ricardo del Arco y Garay

Pasó su infancia y adolescencia en Tarragona, cuyo ambiente cultural influyó en la formación de su carácter.

[1]​ La Guerra Civil le sorprendió en Jaca impartiendo un curso de verano.

Su hijo Ricardo se incorporó al ejército sublevado como oficial de complemento, mientras que Del Arco ofrece sus servicios desde el inicio a las autoridades golpistas y participa desde la radio y la tribuna en la difusión de la causa franquista.

[4]​ Del Arco regresó a Huesca en julio de 1938, y en 1939 publicó Fernando el Católico, artífice de la España Imperial, galardonado con el Premio Fastenrath.

[5]​ Interesado por la economía altoaragonesa, perteneció también a la Confederación Hidrográfica del Ebro.