Richard Ford (escritor)

Sus padres fueron Edna y Parker Carroll Ford, ambos nacidos en Arkansas poco antes de la gran depresión.

Edna tuvo entonces que conseguir un trabajo y como no podía controlar al adolescente —que se había convertido en problemático: "robaba coches, me peleaba, hacía carreras"—, lo envió donde su madre, quien con su segundo marido administraban un hotel en Little Rock (Arkansas).

Ya antes, desde los 8 años, cuando su padre sufrió su primer infarto, Richard solía pasar largas temporadas con sus abuelos maternos.

Allí dejó de meterse en líos, descubrió las chicas y todo "fue genial" porque ellos "eran muy permisivos".

[2]​ Su madre se les unió después; a los 19 años, Ford trabajó como fogonero en el Ferrocarril Misuri Pacífico en Little Rock.

Probó diversos trabajos, pero al fin optó por ir a continuar sus estudios superiores en SaintLouis, para lo que eligió Derecho.

Ford no había leído prácticamente nada hasta los 18 años, en parte debido a su dislexia.

Seis años más tarde salió su primera novela, Un trozo de mi corazón, que trata sobre dos perdedores desarraigados cuyos caminos se cruzan en una isla del río Misisipi; en 1981 le siguió La última oportunidad.

Ford sabía de deportes, era una aficionado al boxeo —su abuelastro, antes de tener el hotel, había sido un boxeador relativamente exitoso—, le gustaba el atletismo, y, como ha explicado, la tradición del periodismo deportivo estadounidense "posee cierto lado literario".

"Pero perdí ese trabajo y me senté a pensar qué querría escribir si hiciera una nueva novela.

Algunos críticos han relacionado estos cuentos con el movimiento estético conocido como realismo sucio (José María Guelbenzu lo define como "realista exhaustivo")[6]​ y compuesto, entre otros, por Raymond Carver y Tobias Wolff, a los que Ford conoció bien.

Se ha querido ver en Frank Bascombre el álter ego del Ford y considerar que las historias que protagoniza son autobiográficas: como su autor, nació en Misisipi, es hijo único, se quedó huérfano de padre en la adolescencia, quiso ser escritor, trabajó de periodista deportivo... A esto Ford ha contestado: "Pero yo no tengo dos ex mujeres, ni hijos, no soy agente inmobiliario, no he ido a la universidad de Michigan...

Y eso sucede cuando el escritor imagina cosas que están muy lejos de su propia vida cándida".

[9]​ Practica deportes —juega al squash y levanta pesas en el gimnasio—; tiene una moto, le gusta ir a cazar aves en otoño.

Fue precisamente a raíz de una apuesta con Raymond Carver durante una cacería que nacería mucho después su novela Canadá: "Allá por 1986 cruzamos la frontera para cazar gansos salvajes.