[2] También creía que dichas partículas podían añadirse o sustraerse de un átomo, cambiando así su carga eléctrica.
Laming supone que se producen reacciones químicas cuando dos átomos comparten su carga eléctrica.
Sus ideas no atraen mucha atención y se le considera un excéntrico.
A lo largo de su carrera, Laming solicitó varias patentes: Parece ser que en la década de 1860 se interesó por el telégrafo, ya que solicitó dos patentes para mejoras en dichos aparatos.
Se casó en dos ocasiones y tuvo al menos dos hijos.