Al final de las representaciones solía bromear con el público.
Trabajó con los Queen Elizabeth's Men en el Teatro Curtain al comienzo de su carrera en 1583.
Tarlton vivió en Shoreditch y en su iglesia está enterrado, donde un monumento moderno le conmemora, a él y a otros actores del periodo isabelino que vivieron y murieron en lo que fue el primer distrito teatral de Londres.
Se le atribuyen muchos dichos ingeniosos, bromas y chistes en gran parte recogidos en Tarlton's Jests.
[1] Su obra The Seven Deadly Sins (Los siete pecados capitales) fue muy popular en la época, pero no ha sobrevivido.