Antes de levantar el barrio sólo existían en este rincón pomaradas, fincas y huertos.
Un año más tarde se llevó a cabo la adjudicación de las obras que acabaron en 1958.
Las viviendas se dispusieron en bloques racionalistas de cinco plantas distribuidos en torno a la calles y plazas.
El centro escolar se encuentra adosado a la iglesia de San Juan Bosco, que preside el barrio por su posición y envergadura.
Los bloques son decorados con falsa piedra y líneas de imposta que modifican la monotonía arquitectónica.