A lo largo de los años históricamente han existido varios clásicos en Concacaf entre los cuales destacan los Estados Unidos, México, Costa Rica y Honduras.
Y es que en 1838, cuando Costa Rica tenía al frente al presidente Braulio Carrillo Colina, los ticos rompen relación con la Federación Centroamericana, lo cual genera el inicio de una rivalidad entre los gobiernos de Morazán y Carrillo.
Pese a eso, Morazán se recuerda con cariño al ser el iniciador del proyecto de “La Gran Patria Centroamericana”.
Basta con recordar en el año 2009 cuando los militares de Honduras llevan hasta Costa Rica al derrocado presidente Manuel Zelaya.
Por tal motivo, el hasta entonces llamado “clásico de la Concacaf” entre Costa Rica y México fue desplazado, debido al crecimiento futbolístico del seleccionado estadounidense y sus participaciones en distintos torneos hasta pasar a ser el mayor rival mexicano.
Hasta ese enfrentamiento, el Tricolor se había mantenido invicto en nueve de diez ocasiones en la cancha del Estadio Azteca por casi cuarenta años, desde 1972, cuando se enfrentaron por primera vez en el Coloso de Santa Úrsula.
Ambas naciones mantienen una rivalidad histórica proveniente de múltiples factores, una ellas es debido a la supremacía deportiva del país norteamericano hacia Centroamérica, específicamente costarricenses.
Inclusive llegaron a disputar el anterior «clásico de Concacaf» ya que contaban con nivel muy equilibrado.