Atracó cinco tiendas hasta que le tendieron una emboscada en la última de ellas.
Le asignaron el oficio de cocinero, y conoció a Harry Wayne, el cocinero jefe, y que había sido sentenciado a 50 años de cárcel por robar en diez tiendas.
Envió una carta a Austin pidiendo que le rebajaran la condena, pero se la denegaron.
Un día, mientras veía la televisión junto a unos presos, entró uno con una muleta, y entonces empezó una pelea entre todos los de la sala.
Planeó con Harry una huida a través de las dos vallas que protegían el recinto.
Se reunió con Harry y le propuso que deberían entrenarse corriendo para así llegar en media hora hasta fuera del perímetro de los 8 km.
Se encontró un año después escondido cerca de la zona, ya que él tenía un mapa.