Estudió en la Escuela Superior de Comercio donde se graduó como Contador Público Titulado en 1910, donde conoció al Dr. Alfonso Caso.
Como diplomático participó en las negociaciones México-Estados Unidos en 1922, que resultaron en el convenio Lamont – De la Huerta.
En este mismo sector, se desempeñó como Agente Financiero del gobierno mexicano en Nueva York.
Posteriormente, al cierre de la misma toma parte en la fundación de la Escuela Bancaria y Comercial junto con Manuel Gómez Morin, Alejandro Prieto Llorente, Alfonso Caso, Alfredo Chavero e Híjar, Agustín Loera y Chávez, Eduardo Suárez Aránzolo, Tomás Vilchis, Miguel Palacios Macedo y otras personalidades de la época.
En ese mismo año, trabajó como representante mexicano en la Comisión de Auditoría del Fondo Monetario Internacional.