Estudió en el Instituto Nacional y, después de terminar la educación secundaria, siguió Literatura en la Universidad de Chile, donde se graduó con una tesis sobre la obra del poeta Juan Luis Martínez.
Fundó la editorial Carlos Porter, que publicó, entre otros, a Claudio Bertoni,[1] compiló la Antología del humor literario chileno (2002, Sudamericana) y editó las columnas y crónicas completas de Joaquín Edwards Bello.
Sobre su imagen, comenta: “A veces no sé si este aspecto tiene que ver con el hippismo tardío de los años 70 o con cierta pomposidad decimonónica.
No hubo ni siquiera titubeos, a pesar de las aprensiones familiares por mi futuro económico, totalmente razonables”, confesaba Merino en 2014.
Miembros flotantes del grupo fueron Antonio de la Fuente, Perico Cordovez, Alejandro Pérez, Juan Pedro Broussein, Lira y Merino.
Desde entonces se le conoce especialmente como cronista, aunque él no se sienta como tal y “especialista en Santiago, menos”, por más que haya publicado varios libros sobre la capital chilena con más de 160 crónicas.
Llevo una vida acelerada que cada vez me deja menos distancia para mirar el mundo”.