Tal vez pautada por esas largas ausencias, su obra se agrupa en dos ciclos de creación.
El primero, de gran decantación formal, incluye El visitante (1961), Una posibilidad, un reino (1964), La mirada presente (1972), Homenajes (1976), Gran cerco de sombras (1982).
Tras un silencio de más de una década, se inicia un segundo ciclo, más osado e intenso que el anterior.
Forman parte del mismo: A la memoria imparcial (1995), Centón (1997), Elegías breves (1999), Ver a través (2001), Estado de reverencia (2002), Tríptico (2003), Lengua diferente (2005) y Diario (2008).
Tres volúmenes antológicos completan su bibliografía: Curso 1961-1982, Viaje favorable, 1954-2004 y Bebiendo en lo oscuro, 1961-2008.