Pasó su infancia en Gibraltar y consiguió el grado de Bachiller en Artes en Cádiz, en 1869, teniendo en el Instituto como maestro a Romualdo Álvarez Espino, miembro destacado del krausismo gaditano.
No obstante, será su encargado de la sección clínica oftalmológica algunos años más tarde.
Rodolfo del Castillo será junto a Enrique Díaz Rocafull, alumnos de la cátedra libre de Oftalmología fundada por Cayetano del Toro y con sede en la gaditana calle Argantonio.
En otros aspectos (no solo en los familiares y científicos) los dos primos coincidirán: ambos serán apasionados de la historia (Rodolfo del Castillo escribirá numerosas obras dedicadas a la Medicina en la Antigüedad y está considerado como uno de los padres de la egiptología española) y ambos serán miembros destacados del partido liberal (aunque Rodolfo del Castillo sí desarrollará su faceta política fuera de Cádiz aceptando cargos o siendo senador).
Del Castillo tuvo también una especial dedicación a la investigación histórica, no en vano fue Correspondiente de la Real Academia de la Historia, destacando sus estudios sobre la medicina en la Cultura asirio-babilónica, y sobre las medicinas egipcia, griega y romana.
Entre 1907 y 1909 nuestro médico se interesó en diversos estudios por el Egipto Antiguo, cabe recordar en este sentido los que dedicó a la esterilización de las aguas del Nilo en el siglo XI, la medicación oleosa en tiempo de los faraones, la momificación y el embalsamamiento o los objetos egipcios encontrados en Tarragona.
El contagio de la oftalmía egipcia por las moscas” y “Origen del Egipto”.
Fundó la revista Anales de Oftalmología, años después reeditada por su hijo, Rodolfo del Castillo y Ruiz.
Colaboró en revistas como “El Progreso Médico” o “La Crónica Oftalmológica”, ambas de Cádiz.