Fue tataranieto del rey Alfonso IX de León.
A la muerte de su padre, su hermano mayor, Fernando Pérez Ponce de León, heredó sus posesiones, y tanto este último como Rodrigo confirmaron numerosos diplomas y documentos regios durante el reinado de Alfonso XI.
[13] Y aunque algunos autores señalaron en siglos pasados que su hermano mayor falleció en 1328,[1] Juan Luis Carriazo Rubio señaló en 2002, basándose en los documentos de la época, que su muerte debió ocurrir a finales de 1330, aunque también afirmó que la sucesión «se preparaba ya algo antes».
[29] Y en la primavera de 1339, según consta en el capítulo CCLV de la Gran Crónica de Alfonso XI, Rodrigo Pérez Ponce participó junto al rey y otros muchos ricoshombres y caballeros en una expedición cuyo propósito era saquear y devastar las tierras de Ronda y Antequera,[31] a fin de que los musulmanes no pudieran aprovisionarse en ellas.
[42] Y de ese modo todos ellos tomaron parte en la enorme derrota infligida a los benimerines y a sus aliados del reino de Granada en la batalla del Salado, en la que los reyes Alfonso XI y Alfonso IV de Portugal consiguieron un enorme botín y numerosos cautivos.
[43] En 1341 Alfonso XI conquistó a los musulmanes granadinos Alcalá la Real, Benamejí y otra serie de plazas fronterizas,[44] y cuando estaba asediando el municipio cordobés de Priego de Córdoba, según consta en la Crónica de Alfonso XI, se incorporaron al asedio Rodrigo Pérez Ponce, el arzobispo de Santiago de Compostela, Martín Fernández, Pedro Fernández de Castro y Pedro Núñez de Guzmán junto con los ricoshombres y caballeros del reino de León, a los que el monarca había abonado sus soldadas para que le acompañasen durante la campaña y que aún no se habían incorporado a ella, y cuando ellos llegaron abandonaron el asedio todos aquellos nobles cuyo plazo de servicio había expirado.
[48]En febrero de 1343 unos emisarios del rey Yusuf I de Granada acudieron a Algeciras para intentar llegar a un acuerdo de paz con Alfonso XI, y éste convocó entonces a los grandes personajes del reino que le acompañaban en el asedio, entre los que figuraban Pedro Ponce y su primo, Rodrigo Pérez Ponce de León, así como Don Juan Manuel, Juan Núñez III de Lara y Pedro Fernández de Castro,[49] aunque al final no se alcanzó ninguna tregua o acuerdo de paz, ya que el rey de Granada se negó a romper sus relaciones con el rey de Marruecos y a convertirse en vasallo del monarca castellano, que eran parte de las condiciones exigidas por Alfonso XI.