Roger IV de Apulia

Como correspondía a su primogenitura, fue nombrado duque de Apulia y Calabria por su padre el rey.

Mientras el rey fuera menor de edad, los barones podrían librarse del control real, lo que se adaptaba muy bien a sus planes.

Pero el pueblo y el ejército se reunieron alrededor de su rey, que recuperó el poder, aplastó a los barones rebeldes cegando a su líder, Mateo Bonello, y en una corta campaña redujo el resto del Regno.

En la batalla que siguió, el joven Roger IV fue muerto, ya sea por una flecha rebelde clavada en su ojo, o, como el historiador medieval contemporáneo Falcando nos asegura, por las repetidas patadas que su padre, el rey Guillermo I le propinó, rabioso por la traición de su hijo.

Hugo Falcando no era, ciertamente, su cronista amigo (es el responsable del apodo de Guillermo I el Malo).