La dinastía de Nostitz influyó en el señorío hasta los años treinta del siglo XX.
Contribuyó a la colonización siguiente del señorío, sobre todo construyendo poblaciones nuevas (Panské Pole, Julinčino údolí, Hanička, Hadinec) y desarrollando artesanías.
El conde Nostitz permitió a los judíos establecer su propio cementerio, cuyos restos permanecen hasta hoy.
Sin embargo, a medida que crecía la influencia del nazismo, empeoró la situación.
La evolución hasta el año 1989 estuvo afectada por la ideología impuesta por la Unión Soviética, cuyos resultados, entre otros, fueron la devastación de la herencia cultural de la región y la decadencia del desarrollo del pueblo.