La abundancia de saludos afectuosos revela que los primeros cristianos formaban una comunidad unida, viéndose y tratándose mutuamente como hermanos.
Los nombres mencionados en los saludos permiten inferir que entre los primeros cristianos había personas de distintas regiones, culturas y posiciones sociales.
En total, se mencionan veintisiete personas, algunas conocidas de otros escritos del Nuevo Testamento, aunque la mayoría sólo aparecen aquí.
La advertencia en los vv. 17-18 probablemente alude a los judaizantes, quienes se mostraban como extremadamente piadosos y promovían un estilo de vida que consideraban más perfecto.
Cuando se escribió esta epístola estaban en Roma, pero más tarde parece que regresaron a Éfeso (2 Timoteo 4:19).
[19]Silas es conocido como compañero del apóstol Pablo, también es contado entre los setenta discípulos, y se dice que era obispo de Iconio (véase Lucas 10:1).
[28] Hay muchos eruditos que dicen que la Epístola a los Romanos original terminaba con 14:23 porque, según ellos, esta doxología (junto con gran parte de los capítulos 15 y 16) se añadieron más tarde para resumir el contenido de la carta y ofrecer un final menos abrupto.