En síntesis, el argumento tal como lo cuenta María Silvia Delphy y despojado de los detalles novelescos, es el siguiente: "El Infante, último de los condes de Castilla, que vivió entre 1009 y 1029, fue hijo de Sancho García, a quien sucede cuando sólo tenía siete años de edad.
Obtenida la conformidad del rey, parte hacia Oviedo una embajada llevando al joven conde.
[1] Escuetas alusiones al hecho histórico refieren los Anales castellanos II, compuestos entre 989 y 1126, y obras posteriores como el Chronicon burgensis, los Annales toledanos I, o los Annales Compostellani.
[2] Existen cuatro fuentes primitivas que transmiten ya amplificada y desarrollada la leyenda, y con frecuencia distorsionada por lecturas políticas:[3] Además, existen dos epitafios que recuerdan el acontecimiento.
Uno en la catedral de León: Y otro en el monasterio de Oña: También el Romancero recogió la leyenda del asesinato del infant García.