También se han encontrado vestigios de la edad del bronce (1800 a. C.) y de la antigüedad (siglo I a.C.)[1].
Este hábitat estaba limitado al norte por un cementeriio de la misma época.
Esta última creó en el lugar el priorato de Saint-Crespin.
El cementerio se trasladó entonces más al este (junto al emplazamiento actual de la iglesia de Saint-Georges, construida a caballo de los siglos XI y XII).
Por desgracia no se han encontrado fuentes escritas que describan el conjunto religioso, de forma que se conocen por las excavaciones arqueológicas [2].