Rompecorazones

El matrimonio no ha tenido hijos, y ella, que ya ha cumplido 42 años, comienza a desesperarse.

Una madrugada, el auto de Viviana se rompe en la Panamericana.

Andrés, que maneja una grúa, se acerca a ayudarla y ella le propone mantener relaciones sólo para quedar embarazada.

El conflicto crece cuando al trío se le suma Mónica, la amante de Mario, y el juego de cuatro se descubre.

Todos terminan viviendo bajo el mismo techo, hasta que la convivencia se vuelve insostenible.