Su padre era un músico europeo de ascendencia kalderash que emigró a Canadá donde se casó adoptando el apellido de su esposa.
En 1939 visitó Gran Bretaña y no pudo viajar de vuelta a casa por la Segunda Guerra Mundial.
Luego tomó cursos de periodismo y escritura creativa.
Comenzó a trabajar para el pueblo gitano canadiense como activista en 1965, por Kris Romani (la asamblea judicial interna de los gitanos) tratando de fomentar una mejor comprensión entre romaníes y payos para combatir el prejuicio y el equívoco en periódicos y ayudar al gitano.
En los años setenta, se metió a ayudar a los refugiados gitanos del Bloque Oriental Comunista y de la ex-Yugoslavia.