Produjo su primera figura tallada en madera de roble.
A fines de 1930, Moody había acumulado una colección impresionante de trabajo y presentó una exposición individual en París, el éxito de la muestra le animó a trasladarse a la capital francesa, donde vivió hasta 1940.
Entre sus obras más famosas de este período estuvo su gran cabeza femenina, Midonz (1937).
Él también fundió la cabeza de su hermano Harold Moody en bronce en 1946.
El cráter Moody,[nota 1] en Mercurio, lleva como homenaje su nombre.