Ronaldo Muñoz

No solo pudo recibir testimonios sino que él mismo fue víctima de la represión.

En el período 1981-1997 continuó viviendo en comunidades religiosas de la Congregación en la comuna de La Granja, colaborando en la Parroquia San Pedro y San Pablo, la Escuela Casa Azul y ejerciendo su ministerio teológico en la Iglesia chilena y latinoamericana.

A partir de su presencia en el sur del país, se contactó con otros teólogos y ayudó a formar una “comunidad teológica-pastoral” que estableció lazos con teólogos y agentes pastorales del sur de Argentina.

A mediados de este año 2009, su salud se debilitó significativamente, debido a metástasis presentes en el pulmón y columna vertebral.

Radicado desde hace meses en la casa provincial, falleció el martes 15 de diciembre.

[1]​ Ronaldo es recordado por su sencillez, tanto en el culto como en la vida diaria.

Proponía una misa simple y cercana, que hacía olvidar el culto romano, poniendo como eje principal el compartir fraterno de la comunidad.

Le gustaba llamarlo “ministerio”, porque lo entendía como un servicio a la Iglesia.

Fue común durante un tiempo que se autonombrara como “teólogo de población marginal”.

Sobre este hecho, según relatan profesores de la misma Facultad, simplemente habría recibido una carta del Cardenal dejada en su casillero para despedirlo.

Pocos ricos adiestrados a la indiferencia, muchos pobres expertos en pasión compartida.

Poco temor al Dios del castigo y de la muerte, mucho respeto al Dios del amor y de la vida.

Poco culto de espaldas al pueblo a Cristo rey eterno en las alturas; Mucho amor y seguimiento a Jesús el de María, Compañero, Profeta, Hijo del Padre.