Tras contraer matrimonio con el que fuera esclavo José Francisco Varona, crean un hospital en Lomas de Najasa, Camagüey.
Sigue aportando creaciones y su vida a la contienda cubana independentista desde el hospital más grande de aquellos tiempos en esta Isla, creado en San Diego del Chorrillo.
El Generalísimo Máximo Gómez reconoce su abnegada labor, nombrándola Capitana de sanidad del Ejército Libertador.
Allí continúa hasta el final de la contienda en 1878, para luego seguir la lucha en 1895.
Conoció del rifle, como antes el machete, gracias a lo que pudo participar en muchos combates como simple soldado, sin tener en cuenta sus grados de capitana.