Su figura ha sido reivindicada por una Plataforma con su nombre en defensa de la memoria gitana en 2019.
[1] Se construyó una nueva galería, exenta, en el recinto de la casa, destinada exclusivamente a albergar gitanas.
Al llegar a la Casa de Misericordia las mujeres se negaron a entrar en ella y exigieron permanecer en el patio al aire libre ya que era un barracón insalubre.
[3] 52 gitanas huyeron, siendo casi todas capturadas al ser descubiertas por un soldado de caballería por casualidad.
[1] En 2019 se creó la Plataforma Rosa Cortés para reivindicar su figura y la de todas las mujeres que sufrieron la Gran Redada.