A través de estas reuniones, Rose se hizo popular entre políticos, jueces, filántropos, escritores y poetas.
En 1889, colaboró con la fundación de la Women's Literary Society, que se convirtió dos años después en la Womanhood Suffrage League.
Mostró un fuerte interés por promulgar el derecho de la mujer al voto.
Descubrió que algunas mujeres jóvenes trabajaban de 8 a. m. a 9 p. m. entre semana, y hasta las 11 p. m. los sábados.
[1] También fue por muchos años secretaria del Concilio Nacional de Mujeres en New South Wales.