Roshanara Begum

Murad, el hijo menor, fue el gobernador de Gujarat, posición en la que resultó ser tan débil y tan ineficaz que su padre lo despojó de sus títulos, nombrando en su lugar a Dara Shikoh.

El ascenso de Roshanara al poder comenzó cuando ésta frustró con éxito un complot para matar a Aurangzeb, dicho complot fue planeado por su padre, el emperador Shah Jahan y por su hermano mayor, Dara Shikoh.

La leyenda cuenta que el príncipe Dara desfiló encadenado alrededor del Bazar de Chandni Chowk y, más tarde, fue decapitado.

La ahora primera dama del Imperio, quien estaba obligada a permanecer soltera (pues las princesas mogolas tenían prohibido casarse), tuvo sin embargo muchos amantes y algunas de sus relaciones amorosas no tardaron en salir a la luz.

Este incidente enfureció al emperador y selló el final de la princesa, apareciendo envenenada junto a su amante.

Aún no está claro quién la envenenó o bien si los amantes se suicidaron.

Aurangzeb la enterró en Roshanara Bagh, un jardín diseñado y financiado por ella misma.