En el servicio, el monarca británico o un funcionario real distribuye ceremonialmente pequeñas monedas de plata conocidas como «dinero del Jueves Santo» como limosna simbólica a destinatarios de edad avanzada.
Las monedas entregadas en esta ceremonia fueron denominadas en inglés Maundy Money o Dinero Maundy, siendo idénticas a las monedas de curso legal de la época.
Desde inicios del siglo XVIII los reyes dejaron de asistir al Royal Maundy y fueron reemplazados por un funcionario de la Corona, quien se encargaba de distribuir las limosnas y obsequiios en nombre del monarca, pero desde 1752 empezaron a utilizarse monedas acuñadas especialmente para esta ocasión y con un diseño particular que las diferenciaba del dinero común, aunque seguían siendo moneda de curso legal.
Recién en la década de 1930 se retomó la tradición de la presencia del monarca cuando el rey Jorge V asistió a la ceremonia en 1932, costumbre que continúa hasta la actualidad, siendo que en el reinado de Isabel II por vez primera se realizaron las ceremonias del Royal Maundy en catedrales anglicanas fuera de Londres, siendo elegidos los beneficiarios mediante propuestas del clero (anglicano o no) de la localidad elegida.
Las "Monedas Maundy" estuvieron disponibles al público en general hasta 1909 siendo posible comprarlas a la Royal Mint británica, pero desde esa fecha solamente están disponibles para los beneficiarios de la ceremonia del Royal Maundy y, de modo excepcional, a ciertos altos funcionarios.