[1] Esta práctica se desarrolló en Zamora hasta comienzos del siglo XX.
[2] El secretario del Ayuntamiento llevaba anotado en un cuaderno los percibidores de la rozada.
Estos terrenos eran colectivos, es decir tierras de aprovechamiento común.
Debido a las peculiaridades del terreno alistano era habitual que sembrara centeno en las rozadas.
Cada juez llevaba una cayada (palo) que le identificaba con el distintivo.